Temperatura de aplicación a alta temperatura:
La aleación de ferrocromo aluminio puede resistir temperaturas de hasta 1400 °C en el aire, lo cual es superior a la temperatura que la resistencia eléctrica de níquel-cromo puede soportar.
Duración de servicio:
A la misma temperatura de funcionamiento, la vida útil de la aleación de hierro-cromo-aluminio puede ser de 2 a 4 veces mayor que la de la aleación de níquel-cromo.
Alta capacidad de carga superficial:
Debido a su alta temperatura de uso permitida y su larga vida útil, puede soportar cargas superficiales más altas, lo que ayuda a calentar rápidamente y ahorrar materiales.
Excelentes propiedades antioxidantes:
La capa de alúmina (Al2O3) formada en la superficie es densa y no se desprende fácilmente, proporcionando una buena protección antioxidante, y su rendimiento antinitruro es mejor que el del óxido de cromo (Cr2O3) en la resistencia de níquel-cromo.
Baja densidad:
En comparación con la aleación de níquel-cromo, la densidad de la aleación de hierro-cromo-aluminio es menor, lo que significa que se pueden ahorrar materiales al fabricar componentes del mismo tamaño.
Alta resistividad:
La aleación de ferrocromo aluminio tiene una alta resistividad, lo que no solo ayuda a convertir eficientemente la energía eléctrica en energía térmica, sino que también reduce la cantidad de material utilizado.
Buena resistencia al azufre:
Para entornos que contienen azufre o superficies contaminadas por azufre, la aleación de hierro cromo aluminio muestra una buena resistencia a la corrosión.
Rentabilidad:
No contiene níquel, un metal raro, por lo que el precio es relativamente bajo.